El último cuadro que terminé en mi último año de la carrera, hacia abril de 1993, fue el que titulé: "El torero y la plaza (Homenaje)", y que pinté siguiendo la técnica que había iniciado con el del Viejo y la fruta, es decir, una técnica mixta, con papel pegado y arrancado sobre el que dibujé el retrato de Juan Belmonte, y en la tela, con temple vinílico, una vista de la portada de La Maestranza. Digo que es el último que terminé, porque una vez lo acabé comencé otro cuadro que no llegué a terminar, y que lo retomé años después y que en otra entrada comentaré.
Las medidas del cuadro son 130 x 97 cm, las mismas que mi cuadro manifiesto, y lo hice con la intención de presentarlo al concurso de pintura que organizaba la propia Maestranza de Caballería. La obra no fue elegida en esa ocasión, sin embargo, la presenté a otros concursos en los que sí que fue escogida.
Como sólo quería un primer plano, y sin la montera apenas se relacionaría con un torero, le pedí a un compañero de clase, Álvaro Heras, muy aficionado a los toros, que me dibujara cómo eran las monteras de aquella época, me la dibujó en una hoja y de allí la copié para superponerla al retrato que ya tenía abocetado. Con barras de grafito 6B le di consistencia a la montera, trabajé con grafito el retrato encima de la vista de la Maestranza que había previamente pintado.
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